¿Qué será primero, adelgazar o amarnos?
Sin duda primero es amarnos. Si nos amamos seguro nos alimentaremos correctamente y buscaremos lo mejor para nosotros. Por desgracia nuestra educación está basada fundamentalmente en el exterior, apunta a lo que está mal, con mucho juicio, crítica y exigencia. No nos enseñan a amarnos ni a aceptarnos así como somos, al contrario, nuestra civilización le da más importancia a lo superficial, a cómo nos vemos versus cómo nos sentimos. No comprendemos que si nos sentimos bien con nosotros mismos indiscutiblemente velaremos por nuestro bienestar y nos veremos bien. En el fondo todos deseamos ser felices, cuando alguien quiere bajar de peso es porque desea sentirse y verse bien.
Confundimos el problema creyendo que el dilema está afuera cuando en realidad está dentro de nosotros. Creemos que “Cuando adelgace seré feliz”, “Cuando tenga el cuerpo perfecto tendré pareja”, “Cuando enflaque dejaré de tener problemas con mi marido”, “Cuando baje de peso le pediré aumento a mi jefe”. Nos resulta difícil entender que estamos insatisfechos con nosotros mismos y por eso no honramos nuestros deseos ni nuestra palabra; por eso no logramos comer ni vivir sanamente.
Necesitamos trabajar en nuestra satisfacción personal, dejar de utilizar el alimento para saciar nuestras carencias o llenar los huecos que sentimos o creemos tener. Si no logramos ser felices con lo que tenemos o en donde estamos, muy probablemente tampoco seremos felices cuando “adelgacemos” o cuando logremos nuestra meta.
¿Cómo podemos estar satisfechos con nosotros mismos?
Reparando nuestra autoestima, terminando con nuestro maltrato de críticas y juicios hacia nosotros mismos y cambiando nuestros hábitos dañinos por buenos.
La mayoría de nosotros escuchamos mensajes negativos desde pequeños como “Eres un bueno para nada”, “Nunca haces bien las cosas”, “No sirves para nada”, “Me haces la vida miserable”, “Eres un mentiroso”, “Eres un desordenado”, “Eres un desgraciado”, etc. El mensaje se traduce en que algo está mal con nosotros o en que no somos lo suficientemente buenos . Con el paso del tiempo incorporamos estos mensajes a nuestra vida diaria y los convertimos en realidad, de manera que no es de extrañar sentirnos mal con nosotros mismos. Incluso, algunos hasta creemos merecer castigo y utilizamos la comida para sancionarnos, otros elegimos hábitos que perjudican nuestra salud. Creemos que no somos lo suficientemente valiosos para darnos la importancia ni el espacio ni la atención para comer sanamente y vivir un estilo de vida saludable, por ello es difícil cuidarnos, amarnos y respetarnos.
Aprende a quererte
La buena noticia es que podemos aprender a amarnos. La tarea es iniciar un día a la vez, si nos amamos hoy un poquito más que ayer, mañana nos amaremos más. ¿Cómo amarnos? Comenzando por dejar de criticarnos y de exigirnos ser perfectos, por asumirnos humanos y como tal imperfectos. Aprendiendo a darle más importancia a nuestros éxitos que a nuestros fracasos; agradeciendo lo que tenemos, en lugar de lamentarnos por lo que no tenemos. Cualquier cambio por mínimo que sea, le dará un enorme beneficio y placer a nuestra vida.







