La salud no tiene vacaciones El Norte, suplemento salud, mayo 2017
SALUD/La salud no tiene vacaciones
En el verano se puede romper con la rutina, pero no hay que olvidar que el cuerpo sigue necesitando seguir un estilo de vida saludable.
El buen tiempo durante las vacaciones de verano invita a disfrutar actividades fuera de casa y combatir el sedentarismo en la playa, parque o montaña, pero además también hay más tiempo para cocinar, conversar, dormir y estar en movimiento.
Pero en lugar de aprovechar la ocasión para enriquecer nuestra salud, la mayoría de las personas alteran sus hábitos negativamente, comenta la experta en wellness Elsa Sada.
“Durante todo el año, el día a día se rige por horarios, a menudo inflexibles que hay que cumplir: levantarse, ir a clase o al trabajo, hacer las compras”, explica la experta, con maestría en nutrición y dietética por la Universidad de León en España.
“Esto supone estar en un ritmo de vida que a veces resulta estresante. Por ello, cuando llegan las vacaciones es agradable a la par que saludable frenar un poco esta tendencia y escoger un ritmo más tranquilo”.
An algunos casos puede que se detenga tanto y se dejen de lado muchas buenas costumbres, como el llevar una pauta de alimentación adecuada o un estilo de vida activo, agrega.
“Es más fácil quedar con amigos, salir a tomar algo, comer o picar entre horas y parece más complicado resistir la tentación de comer helados, snacks, fritos, refrescos con y sin alcohol, todos con gran contenido calórico y poco saludables”.
Durante las vacaciones es habitual saltarse reglas estrictas, asistir a más fiestas y celebraciones lo que da como resultado un abuso en el consumo de alcohol, añade Sada.
Su ingesta excesiva y brusca puede provocar lo que se conoce como el síndrome del corazón en vacaciones, que es una aceleración del ritmo cardiaco, con síntomas como palpitaciones, dificultad para respirar, dolor en el tórax o mareo.
El resultado no se hace esperar: resulta sencillo ganar peso y regresar del periodo de asueto con algún kilo de más.
Cuidado con los niños
Al contrario de lo que cabría esperar, no son los adultos los que más sufren el aumento de peso.
Estudios ponen de manifiesto que los niños suben de peso más rápido que los adultos en verano, sobre todo los que ya padecen sobrepeso u obesidad, comparte la experta en wellness Elsa Sada.
“Por ello se recomienda tener disponibles opciones más sanas para hacer frente a los deseos de picoteo de los más pequeños”, aconseja la especialista.
Esto porque con las altas temperaturas algunos se resisten a salir a jugar al aire libre con sus amigos y cambian la actividad física por un ocio sedentario, como jugar videojuegos.
Por ende el grado de actividad física disminuye y son muchos, niños y adultos, los que dejan de ir al gimnasio, a correr, o abandonan actividades extraescolares como danza o fútbol, remarca.
“Este descenso de la actividad puede pasar factura, no solo al peso corporal, sino producir alteraciones en el patrón de sueño nocturno, por ellos es importante hacer ejercicio físico cada día y fomentar su práctica entre los más pequeños”.
Para Sada se puede aprovechar esta época para descubrir o probar una nueva modalidad deportiva o afición más idónea para las altas temperaturas. Deportes acuáticos como la natación son una buena alternativa, a la vez que refrescante o bien, se puede hacer ejercicio muy temprano en la mañana o al atardecer.
“Lo fundamental es encontrar una actividad de disfrute adaptada a la condición física de cada uno, tenga la edad que tenga, y marcarse una rutina diaria”, expresa.
Para mantener el peso no hay secretos ni fórmulas mágicas, pero propone algunos consejos que pueden servir en el periodo vacacional:
- Salir en familia a conocer nuevos lugares es una buena opción para mantenerse activo.
- Frente al calor, vigilar las calorías de bebidas azucaradas, ya sean refrescos o zumos.
- Limitar el abuso de helados y bebidas alcohólicas.
- Optar por agua e infusiones frías para estar hidratado para no añadir calorías extras.
- Controlar las porciones de comida; priorizar calidad frente a cantidad.
- Aumentar la ingesta de frutas y verduras frescas sin añadidos cremosos.
- Animar a los niños a salir a jugar al aire libre para que no abusen de los videojuegos.
Tips para que la relajación vacacional no pase factura al final del periodo de descanso:
Los primeros platos…
- En vacaciones no es habitual madrugar, por lo que las horas que transcurren desde el desayuno hasta la comida son menos que en un día laborable y conviene un desayuno ligero.
- Basta comer una fruta ó yogurt con fruta y granola ó fruta con cereal y leche ó fruta con queso cottage.
- Tomar mucha agua natural durante la mañana y durante todo el día para no deshidratarse con los calores de verano.
Segundos platos y postres
- En la comida, platos muy típicos en verano son los ceviches, salpicones, ensalada de pasta con atún y verduras frescas, ensalada de arroz con camarones y verduras, ensalada de pasta con pechuga de pavo y verduras, tostadas embarradas de frijoles con carne deshebrada, lechuga, tomate y salsa roja o bien, ensaladas de pastas con fruta y frutos secos como nueces y almendras.
- Resultan apetecibles platos ligeros y refrescantes a base de ensalada fresca a la que se añade cualquier tipo de hortaliza, así como frutas o frutos secos (cacahuates, nuez de la india, etc.). Incluso se puede tomar como plato único si se incluye pasta o arroz y atún, huevo o pollo.
- En verano, las verduras no solo sirven para elaborar ensaladas. Cocinadas a la plancha, salteadas o crudas constituyen una guarnición muy sabrosa y nutritiva que aporta color al plato y lo hace más apetecible.
- Al horno, la plancha o a las brasa son tres opciones sanas de cocinar.
- En cuanto a las frutas, además de su alto contenido en agua, aportan minerales, vitaminas y diferentes sustancias con acción antioxidante y fibra.
- Un modo de aprovechar sus propiedades es consumirlas como un buen postre o tentempié: fresas, sandía, melón, piña, papaya, mango, plátano, zarzamoras, frambuesas, cerezas, durazno. Inclusive crudités de jícama, pepino y zanahoria con limón y sal son un buen tentempié.








